- Si es tu "PRIMERA VEZ" pincha en el rincón de la PRIMERA VISITA y date un paseo por los ENLACES.


- Si te interesa hacer algún comentario en las páginas o en el mesario, consulta el rincón de los COMENTARIOS.


(También me puedes encontrar en jagarzu@yahoo.es, jgzuazo64@gmail.com y javier.zuazo.71@facebook.com.)

22 noviembre 2012

TRÍPTICOS

Hoy, día 22 de noviembre, festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos, (felicidades Marilé, bonita mía), se comienzan a repartir los trípticos promocionales de TRES RELOJES DE ARENA que reúnen la cubierta del libro por delante y la sinopsis por detrás (ambas aparecidas ya en las dos entradas anteriores). Si por un casual, te entregaron un panfletillo de estos que menciono, no te molestes en leer las dos entradas anteriores. Este post se dirige solamente a aquellos que no recibirán el tríptico.
A Arturo Pérez-Reverte, por citar algún escritor mediático, lo llevan publicitando desde hace semanas en revistas, cadenas de radio y televisión, periódicos, suplementos dominicales a cuenta de la publicación de su nueva novela EI TANGO DE LA GUARDIA VIEJA (que posiblemente leeré, pues otras novelas de él me encantaron).

LA SINOPSIS

 Es viernes. Las cinco de la tarde, aproximadamente. El fin de semana comienza como uno de tantos. Los viajeros se lanzan a la carretera. Poner kilómetros de por medio parece el único remedio eficaz para escapar de la rutina. Un detalle: aunque es abril, nieva intensamente. Una vez rebasados el área de servicio de la autopista y el peaje, a escasos minutos de allí les aguarda el túnel. La pendiente helada que se abre tras él, un cervatillo travieso y la arrogancia de un chulo a bordo de su todoterreno provocarán un enorme atasco en la autovía que permanecerá bloqueada durante varias horas.
 
La carretera de por sí suele ejercer el papel de psicóloga paciente que nos tumba en su diván y nos interroga una y otra vez, sin urgencias, ofreciéndonos la oportunidad de tomarnos nuestro tiempo. Las ilusiones y el revuelo inicial propios del comienzo de un viaje se ven amortiguados por la presencia perturbadora de la nieve. La naturaleza impone la quietud y el silencio. La sensación de impotencia queda simbolizada en la gran caravana, inmóvil sobre el asfalto blanquecino y húmedo. Los sentimientos son convocados.Se espabilan los recuerdos. Hay cicatrices que se reabren. Todo invita a reordenar las estanterías del alma.
 
El negro asfalto se convierte en espejo, y nuestra imagen en la de un náufrago rodeado de alquitrán y contradicción que sobrevive a base de mínimas treguas. Aún así, mientras tarareamos aquella canción mentirosa de Police, anhelamos que en nuestra isla desembarque una botella con un hermoso mensaje en su interior escrito con buena letra, a ser posible. No suele ocurrir y, si lo hace, comprobamos que se trata de una lata de cerveza desteñida y vacía, recubierta de agua y sal; además está agujereada, tal vez el mordisco de algún tiburón despistado o miope.
 
Sé que es complicado enviar mensajes en botellas a través de carreteras secundarias, lo normal es que las atropellen o acaben olvidadas en la cuneta. Puede que sea la estúpida tendencia de los que habitamos en ciudades lluviosas y sin playa. De cualquier forma, aquí te va el mío, desnudo, sin envase, amparado por la complicidad de sabernos náufragos los dos.

LA PORTADA

DESPLEGABLE DE LA CUBIERTA DEL LIBRO

18 noviembre 2012

50 DIAS...



… son los que han transcurrido desde el último post. Y eso que bauticé con el término “mesario” la página de entradas. Se paró el blog, se paró facebook, se pararon las intenciones de retomar la novela que tenía entre manos, y casi se me para la digestión, y eso que aquel domingo solo cené un  yogur natural. Algo me decía que octubre sería “chungo”, diferente.
Pero no toda la culpa es mía, tampoco del chachachá. El responsable fue mi ínclito editor, Roberto Lastre, el cual, en la noche del 30 de setiembre, me envía un mail y me dice más o menos: “Libro TRES RELOJES DE ARENA stop empezamos a revisar el texto stop para marzo no stop publicamos ya stop en diciembre stop hasta luego, Lucas stop”.