OIHUKA 1

Tras la inauguración oficial de este blog, ayer día 21 de septiembre, creo que era de justicia redactar una pequeña entrada desde el Oihuka, el bar de mis desayunos de los sábados. A lo mejor para deciros que ando todavía apuntalando algunas cosillas, por ejemplo respecto a los comentarios. No sé si alguno lo ha intentado y se ha encontrado con alguna dificultad. Si eso, comentármelo en el correo (jgzuazo64@gmail.com.) a ver si lo solucionamos. Pretendo que aparezcan íntegros en la página principal pero no he dado aún con la tecla. Estoy en ello.

Ayer por la noche de todas formas, modifiqué unas cosillas porque Loli, la primera que se mete, tuvo problemillas. También tenía mal configurada la fecha, con el horario del Pacífico. Ya la he corregido. En fin, perdonad por estos detalles, pero es que esta buhardilla no es solo el café, la música, las estanterías y nuestras conversaciones. Existen tuberías, cajas de registro, conexiones inalámbricas, que necesitan conocimientos de fontanería, electricidad, informática, etc. Y uno tiene sus limitaciones, bastantes, sobre todo en este tema de infraestructuras e ingeniería (que nada tiene que ver con aquella que nos definió Lastre, la ingeniería narratológica, en la presentación del libro, que parece ser que es la única que puedo manejar.

 

Por cierto, ya he recibido algún comentario de algunos amigos que han curioseado en el blog. Las fotos que aparecen pueden dar una idea de cómo es mi buhardilla virtual, pero están recogidas de lugares diferentes que, a diferencia de ella, sí existen en la realidad.

Por ejemplo, la que aparece en el primer post, está tomada en el Oihuka, poco antes de la sesión del libro sonoro. Como daba el pego de lugar íntimo y además el fotógrafo me pilló a mí solo, la utilicé para ambientarnos, para recibiros en condiciones. (La guitarra de la imagen, Loli me preguntó por ella, es la de mi hermano, que cantó antes de iniciar las lecturas. Sí es cierto que yo también sé tocar, pero acordes y ritmos, de ahí no paso. Es algo que tengo abandonado).

Alguien me habló de la extensión del blog: ya dije, pero insisto, que aparte de un espacio para la conversación y los cafés, lo he aprovechado como archivo de tantas cosas que tenía por ahí desperdigadas y que, aunque no constituyan el cuerpo principal del blog, están a mano por si alguien se quiere entretener curioseando. A mí me ha venido de perlas para hacer algo que debería haber hecho antes: organizar todo el material desordenado. De cualquier modo, se admiten, se agradecen y se necesitan las sugerencias. Ahora me dijeron que me abriera una cuenta en Facebook, para poder compartir el blog con más amigos. Ya veremos. Estamos en ello, oye.