Incluyo aquí los dos enlaces correspondientes a los artículos aparecidos en la prensa local:
http://www.elcorreo.com/alava/v/20121229/cultura/javier-zuazo-entrelaza-road-20121229.html
http://www.noticiasdealava.com/2012/12/29/ocio-y-cultura/javier-zuazo-mira-a-la-fugacidad-del-tiempo-en-39tres-relojes-de-arena39
A mediados de 2003 comencé a emborronar libretas futboleras que acabaron por convertirse en sugerentes manuscritos. El desinterés de las editoriales y las intentonas fallidas en los concursos recortaron las ilusiones y atrajeron al desengaño. Nueve años y muchas fotocopias después, en junio de 2012, se publica "EN DOBLE FILA" y en diciembre "TRES RELOJES DE ARENA". Para celebrarlo alquilé este ático abuhardillado y virtual. Os espero dentro.
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(También me puedes encontrar en jagarzu@yahoo.es, jgzuazo64@gmail.com y javier.zuazo.71@facebook.com.)
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29 diciembre 2012
28 diciembre 2012
FIRMAS, ETC.
Hoy tocó entrevistas en los medios, así que mañana apareceremos en los periódicos de Álava, el Correo y el Diario de Noticias.
Mañana día 29 y el día 5 de enero por la tarde, a partir de las 18 horas, estaré en LA CASA DEL LIBRO de Vitoria dedicando libros, por si os apetece pasaros por allí. A ver si conseguimos desviar los presupuestos navideños y fomentar la literatura local. Podéis avisar a vuestros amig@s.
24 diciembre 2012
NAVIDAD
| PASÓ UN AÑO..., PASARON DOS LIBROS. |
Se pasan los
años, de uno en uno, aunque parece que cada vez lo hacen más deprisa. Con
ellos, sobre sus lomos, escondidos entre las semanas, apoyados en los meses,
cobijados bajo los días, pasan también las personas, los escenarios, incluso
los libros. Podría glosar alguno de vuestros casos, servirme de esa imaginación
fraudulenta para colgaros historias, pero cometería errores, arriesgaría y no
es de recibo juguetear con la intimidad de los otros, con sus amoríos
censurados, con sus proyectos desbaratados, con sus dolores, sus penas y su
tensa esperanza que se estira, se retuerce y vuelve a su ser no vaya a ser que
se rompa.
Llega el
final del año, precedido por esas fiestas navideñas y uno, obligado por una
costumbre autoimpuesta y por la necesidad de ser fiel a una tradición que surge
en un punto difuso del calendario de algún año del pasado, se sienta ante las
teclas para reunirse con sus amigos, y de paso, mientras ellos comprueban que
es un cansino, que “otra vez este pelmazo”, escribirles, aunque odie los
christmas y las tarjetitas, unas frases que suenan a colofón de un periodo de
tiempo, de un trozo del espacio que se queda atrás, que fluyó como la arena por
el cuello del reloj. No son necesarias las moralejas ni las moralinas, incluso
hasta sobran los típicos balances y las socorridas conclusiones. Urge, en
cambio, la compañía, incluso para seres con tendencias solitarias que se
refugian en la lírica del lenguaje escrito donde retozan y acaban confundidos
por culpa de una sospechosa lucidez.
Pues eso, FELICES FIESTAS.
13 diciembre 2012
RETRASOS
Malos tiempos para la lírica. Malas fechas para las
imprentas (calendarios, agendas, almanaques varios...). Se retrasa la salida de
TRES RELOJES DE ARENA.
La previsión inicial, antes del 10 de diciembre, acabó en
la papelera de reciclaje, junto a un par de fotos desenfocadas, un pañuelo de papel y el último resguardo de la telecaja.
En Vitoria y alrededores, debido al reparto directo, esperamos
que esté en las tiendas para el 19 ó 20. En el resto de librerías del estado, Amazon, etc. con
las Navidades, fun, fun, fun, las zambombas y las resacas festivas de por
medio, puede que se demore hasta principios de año, todo dependerá de la
agilidad de la distribuidora, "pero mira cómo beben los peces en el
río".
Espero que os queden15 ó 16 euretes para entonces y no lo hayáis
gastado todo en turrón, juguetes o "sombras de Grey", campana sobre
campana.
04 diciembre 2012
APLICACIONES
Hace una semana mi teléfono provisto de Internet, un
smartphone como se les llama técnicamente, saltó desde mi bolsillo a un charco
abducido por el espíritu de Chiquito Grijandemor. No alcancé a escucharlo pero
seguro que pronunció “al ataqueeeer”. Me quedé sin teléfono, y si hubiera
llevado reloj también lo hubiera perdido pues para recuperarlo metí la mano en
el agua hasta el puño.
No soy mucho de tecnologías, pero reconozco que le había
cogido gustillo a eso de “estar conectado”: era la única manera de sentirme en
contacto durante la jornada con otra realidad más amable que la de andar todo
el día corriendo, presionado, paquete p’arriba, paquete p’abajo. No entiendo lo
del whatsapp, ni lo de bajarse aplicaciones o movidas por el estilo.
Tal vez esa ignorancia provocó en su día que en lugar de
buscar una aplicación capaz de ayudarme a asimilar el paso del tiempo, a
comprender el significado de la fugacidad, me aplicara en la tarea de jugar con
las metáforas y las alegorías, y acabara construyendo un relato, una parábola
contemporánea de un montón de paginas. A unos les da por apretar teclitas;
otros, de carácter más obtuso, preferimos tontear con la literatura, para
llegar al final a idénticas conclusiones.
Encima de mi pupitre los puse juntos: el móvil suicidado y
un reloj de arena que compré en un anticuario.
22 noviembre 2012
TRÍPTICOS
Hoy, día 22 de noviembre, festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos, (felicidades Marilé, bonita mía), se comienzan a repartir los trípticos promocionales de TRES RELOJES DE ARENA que reúnen la cubierta del libro por delante y la sinopsis por detrás (ambas aparecidas ya en las dos entradas anteriores). Si por un casual, te entregaron un panfletillo de estos que menciono, no te molestes en leer las dos entradas anteriores. Este post se dirige solamente a aquellos que no recibirán el tríptico.
A Arturo Pérez-Reverte, por citar algún escritor mediático, lo llevan publicitando desde hace semanas en revistas, cadenas de radio y televisión, periódicos, suplementos dominicales a cuenta de la publicación de su nueva novela EI TANGO DE LA GUARDIA VIEJA (que posiblemente leeré, pues otras novelas de él me encantaron).
LA SINOPSIS
Es viernes. Las cinco de la tarde, aproximadamente. El fin de semana comienza como uno de tantos. Los viajeros se lanzan a la carretera. Poner kilómetros de por medio parece el único remedio eficaz para escapar de la rutina. Un detalle: aunque es abril, nieva intensamente. Una vez rebasados el área de servicio de la autopista y el peaje, a escasos minutos de allí les aguarda el túnel. La pendiente helada que se abre tras él, un cervatillo travieso y la arrogancia de un chulo a bordo de su todoterreno provocarán un enorme atasco en la autovía que permanecerá bloqueada durante varias horas.
La carretera de por sí suele ejercer el papel de psicóloga paciente que nos tumba en su diván y nos interroga una y otra vez, sin urgencias, ofreciéndonos la oportunidad de tomarnos nuestro tiempo. Las ilusiones y el revuelo inicial propios del comienzo de un viaje se ven amortiguados por la presencia perturbadora de la nieve. La naturaleza impone la quietud y el silencio. La sensación de impotencia queda simbolizada en la gran caravana, inmóvil sobre el asfalto blanquecino y húmedo. Los sentimientos son convocados.Se espabilan los recuerdos. Hay cicatrices que se reabren. Todo invita a reordenar las estanterías del alma.
El negro asfalto se convierte en espejo, y nuestra imagen en la de un náufrago rodeado de alquitrán y contradicción que sobrevive a base de mínimas treguas. Aún así, mientras tarareamos aquella canción mentirosa de Police, anhelamos que en nuestra isla desembarque una botella con un hermoso mensaje en su interior escrito con buena letra, a ser posible. No suele ocurrir y, si lo hace, comprobamos que se trata de una lata de cerveza desteñida y vacía, recubierta de agua y sal; además está agujereada, tal vez el mordisco de algún tiburón despistado o miope.
Sé que es complicado enviar mensajes en botellas a través de carreteras secundarias, lo normal es que las atropellen o acaben olvidadas en la cuneta. Puede que sea la estúpida tendencia de los que habitamos en ciudades lluviosas y sin playa. De cualquier forma, aquí te va el mío, desnudo, sin envase, amparado por la complicidad de sabernos náufragos los dos.
18 noviembre 2012
50 DIAS...
… son los que
han transcurrido desde el último post. Y eso que bauticé con el término
“mesario” la página de entradas. Se paró el blog, se paró facebook, se pararon
las intenciones de retomar la novela que tenía entre manos, y casi se me para
la digestión, y eso que aquel domingo solo cené un yogur natural. Algo me decía que octubre
sería “chungo”, diferente.
Pero no toda
la culpa es mía, tampoco del chachachá. El responsable fue mi ínclito editor,
Roberto Lastre, el cual, en la noche del 30 de setiembre, me envía un mail y me
dice más o menos: “Libro TRES RELOJES DE
ARENA stop empezamos a revisar el texto stop para marzo no stop publicamos ya
stop en diciembre stop hasta luego, Lucas stop”.
28 septiembre 2012
EL PIJAMA
Esto es Vitoria, y por las noches refresca. El caso es que cuando me he sentado en el pupitre de mi cuarto, ni la calidez musical de Privateering (de Knopfler), ni la proximidad etérea de un montón de amigos desde dentro de la pantalla, han logrado que entre en calor. Detrás de la puerta de la habitación estaba colgada una vieja chaqueta de pijama con manga larga que me ha venido muy bien.
Cuando me la he puesto he notado que no olía a recién lavada. Para cuando me di cuenta de que debía dejar la ropa perfecta para el próximo otoño, vino éste y se me echó encima. Cuántas veces la vi en el perchero y cuántas veces pensé que la tenía que meter en la lavadora. Ahora me he dado cuenta que se han pasado los meses, y los últimos días del anterior invierno han dado paso con descaro y sin tregua a las vísperas del otoño, engullendo los olores de la primavera y los calores del verano.
Ahora llegará la lluvia, se caerán las hojas y deberé buscar otra camisa de manga larga mientras rectifico y echo ésta a lavar porque me gusta estar presentable cuando hay visitas y oler a limpio cuando me escondo por la noche frente al ordenador del absurdo trajín que ocupa el día.
25 septiembre 2012
COMENTARIOS
Tenemos problemas con la sección de comentarios. Sé de varios amigos que quisieron insertar alguno al final de una entrada y no pudieron. La única que lo hizo, Loli, me comentó que no fue fácil. Problemas de ingeniería de nuevo. Mientras se solucionan, podéis enviarlos pinchando "anónimo" (y firmándolos al final o al principio del mismo) en el menú que aparece adosado a "comentar como"; luego seguramente os pedirá repetir un código de esos encriptado para evitar cosas raras. De momento podemos ir tirando así.
24 septiembre 2012
CARAMBOLAS
Dámaso tenía la costumbre de cruzar las calles sin hacer caso de pasos de cebra ni semáforos. Ernestina, su esposa, le seguía a ciegas. Por eso no reparó en una camioneta que se les echaba encima. Bueno, se le echó encima a ella y la arrastró varias decenas de metros. Le partió la cadera por varios sitios. Todo ello originó que un buen día hicieran sus maletas, dejaran el negocio familiar en manos de sus hijos y emigraran a zonas cálidas y mediterráneas en busca de un clima que sanara las heridas y reparara los huesos quebrados. El destino fue Torrevieja, al sur de Alicante, famosa por el “Un, Dos, Tres, responda otra vez”, que regalaba apartamentos a sus concursantes como si no costaran, y gozaba de un microclima capaz, no de resucitar a los muertos, pero sí de reconfortar a los vivos.
Ester, su nieta, que vivió una temporada a caballo entre Alicante y Murcia, acudía a casa de los abuelos los fines de semana y en verano, durante los meses de vacaciones. Allí, modelo Verano azul y Chanquete, Ester y su cuadrilla iban a la playa, paseaban en bici y de vez en cuando bailaban en las discoteques de entonces. Javi, José Ángel, Ramón, Eva eran algunos de los de la cuadrilla. Miguel, al que le llamaban Míguel, también era uno de ellos, aficionado a destripar cacharros, arreglar bicicletas con Ramón, a tocar teclas, porque a él le gustaba la música, los teclados.
22 septiembre 2012
OIHUKA 1
Tras la inauguración oficial de este blog, ayer día 21 de septiembre, creo que era de justicia redactar una pequeña entrada desde el Oihuka, el bar de mis desayunos de los sábados. A lo mejor para deciros que ando todavía apuntalando algunas cosillas, por ejemplo respecto a los comentarios. No sé si alguno lo ha intentado y se ha encontrado con alguna dificultad. Si eso, comentármelo en el correo (jgzuazo64@gmail.com.) a ver si lo solucionamos. Pretendo que aparezcan íntegros en la página principal pero no he dado aún con la tecla. Estoy en ello.
Ayer por la noche de todas formas, modifiqué unas cosillas porque Loli, la primera que se mete, tuvo problemillas. También tenía mal configurada la fecha, con el horario del Pacífico. Ya la he corregido. En fin, perdonad por estos detalles, pero es que esta buhardilla no es solo el café, la música, las estanterías y nuestras conversaciones. Existen tuberías, cajas de registro, conexiones inalámbricas, que necesitan conocimientos de fontanería, electricidad, informática, etc. Y uno tiene sus limitaciones, bastantes, sobre todo en este tema de infraestructuras e ingeniería (que nada tiene que ver con aquella que nos definió Lastre, la ingeniería narratológica, en la presentación del libro, que parece ser que es la única que puedo manejar.
15 septiembre 2012
NUEVE AÑOS
Sabía que se me olvidaba algo. Esto me ocurre por no apuntar las cosas, por subir por las escaleras. Cuando cojo el ascensor, el espejo me ayuda a fijar las ideas y sujetarlas en la memoria. Entre las pastas y la emoción del momento se me pasó decirte algo que creo fundamental. Ya lo pone arriba, empecé hace nueve años. Lo primero que escribí recibió un premio, meno,r pero premio. Ello alimentó las ilusiones, y yo incauto e infeliz me creí que el paso inmediato al accésit de aquel concurso iba a consistir en la publicación de Canchas de arena. Pero no fue así. Ni con éste, ni con los siguientes, que ni siquiera recibieron ningún reconocimiento. Con la ayuda de las ferias del libro de Madrid y de algunos escritores y amigos caí en la cuenta de que publicar era muy complicado para los que estaban en el tema. No te digo nada para mí, sin representante o agente, sin tiempo y sin posibilidades de ningún tipo. Fueron muchos los silencios de las editoriales, que sonaban a mala educación. Los descartes de los certámenes literarios y los premios entregados de antemano a gente podía dar prestigio al evento, me hicieron sospechar de aquellos, transformándome en un escéptico de acontecimientos de este tipo. No quiero decir que mis trabajos merecerían el premio, por supuesto que los habría mejores, pero al menos una respuesta, un poquito de consideración.
En resumen, demasiados desengaños. Demasiados paréntesis sin cerrar.
Siempre me gustaron los libros, los de papel. Y los procedimientos clásicos: nada de autopublicarse o colgarse en Internet. Si se publicaba algo mio, cosa que a medida que pasaban los años veía más improbable, sería a través de una editorial al uso.
También tenía claro el objetivo que perseguía desde el día en que encuaderné mil primer manuscrito: que un libro mio estuviera en las mesas de una librería y que la gente lo pudiera comprar como siempre se compraron los libros. Enseguida, algunos me hablaron de fama, de dinero, de retirarme. Se me pasó el tiempo de soñar, o al menos de ilusionarme gratuitamente con asuntos futuros. Así me ahorro las desilusiones. Además esa no era mi guerra.Solo quería que alguien transformara los manuscritos en un libro con sus tapas y sus hojas bien encuadernadas.
Ahora que se cumplió ese pequeño gran sueño, no estoy dispuesto a dejarlo ir, a que se esfume por falta de marketing o publicidad. La idea de crear un blog surgió hace varios años. Si lo he hecho ahora es porque En doble fila se lo merece, porque entra dentro del lote de la divulgación del mismo. Y porque tenía ganas de contarte estas cosas. Cosas mias que puede que te suenen cerca, no como las de otros que se creen algo. A mi no me sacan en la tele, ni me plantan en los escaparates de las grandes superficies. Me toca luchar con pequeñas armas, valga este símil bélico y desafortunado, no sé si conseguire algo, pero desde luego, que las pienso utilizar.
Y basta ya de charlas, que se va a enfriar el café.
14 septiembre 2012
LAS PASTAS
La farmaceútica acaba de cambiarse de domicilio. Ahora vive justo enfrente de la farmacia. Le han llegado dos paquetes a su nombre, enseres para su casa. Como tiene confianza conmigo me ha pedido que si no me importaba acercárselos hasta el piso. Por el camino he aprovechado para comentarle lo de la reciente publicación de En doble fila y todo este jaleo del blog. En algún momento de la breve conversación pronunció la palabra hobby. Le contesté que ese no era el término apropiado para definir mi relación con la escritura. Lo dejamos ahí. Muchas gracias y hasta la próxima.
En realidad, solo he tenido una afición en la vida, un hobby o incluso un vicio, y ha sido jugar al fútbol, lástima que el sentido común, las articulaciones y esos temores adultos hayan dado al traste con el asunto. Por suerte la lectura, que siempre estuvo, ha ocupado ese lugar privilegiado, convirtiéndose en mi nueva pasión. Me he entretenido andando en bici, jugando al frontón, haciendo sudokus, paseando por el monte... Pero no es lo mismo. Y tampoco escribir se puede encasillar aquí. Ni aquí ni allí. Más bien, tiene que ver con los mecanismos de defensa, con las tretas, a veces involuntarias, que uno se utiliza para poder sobrevivir, para ser capaz de soportar el viaje eterno en este carrusel que no para de dar vueltas sin sentido . Creo que Unamuno me hubiera entendido, él ya lo dijo: contar la vida se convierte en una forma de vivirla. Por ahí van los tiros. Creía necesario comentarlo al principio, para que sepamos de qué estamos hablando. Tal vez por eso, todo lo que he escrito hasta ahora esté demasiado agarrado al alquitrán de las carreteras secundarias o a los charcos en las aceras. Hoy por hoy me resulta complicado despegar de ese terreno, demasiado plano y pisoteado. Espero que la farmaceútica lea esto y comprenda por qué no asentí cuando mencionó lo del hobby.
Por cierto, estoy preparando también unas infusiones. Y puede que quede algún refresco en la nevera. A todo el mundo no le gusta el café. Y las pastas puedes comerlas sin recato alguno, que en la pastelería, como se enteraron de que eran para celebrar la inaguración de la buhardilla, me han preparado varias cajas. Son de lo que no hay. A ver si algún día se pasan por aquí a visitarnos.
La segunda cosilla que os quería comentar, ahora que ya va llegando más gente, es que, aunque todos los recovecos sean accesibles a cualquiera, los hay que se organizaron pensando exclusivamente en mí (perdón por el egoísmo), pero ya que me he metido en este berenjenal, he decidido rescatar -que término más inadecuado en estas épocas- un montón de apuntes, archivos, fechas y curiosidades que tal vez no guarden interés para nadie, ni tan siquiera para un servidor de usted, pero ya que estamos... Unido a esto, he diseñado la buhardilla a base de retales, de pellizcos y de brochazos. No todo guarda una relación lógica o coherente. Esto no es una tesis doctoral ni una sala de museo. Mi pretensión es que después de la visita salgas con una agradable sensación y con el deseo de volver más de una vez. Ya sabes, te espero dentro.
13 septiembre 2012
BIENVENID@S
Puedes ir pasando.
Ya lo siento, pero no me dio tiempo a ordenarlo todo como es debido. No importa. Cuando empecé a adecentar la buhardilla el 16 de agosto, un par de días antes de irme de vacaciones, creía que me iba a costar más, o al menos que iba a ser diferente. De todas formas todavía quedan cajas sin desembalar y estanterías a medio montar. A algunos muebles les hace falta una mano de barniz y hay un par de sillas que necesitan ser apuntaladas no vaya a ser que alguno se vaya al suelo cuando se siente.
Considérate como en tu casa. Se puede curiosear por todos los rincones, precisamente este lugar es eso, un espacio plagado de recovecos donde se puede uno encontrar con cosas inesperadas, y que nada tiene que ver con un museo aristocrático e impoluto. Pretendo que lo encuentres siempre limpio y que vayas descubriendo que la disposición de las cosas, de los textos, de los muebles, de los cuadros y las fotografías, de las páginas y las entradas, aunque respondan a un objetivo común -crear un lugar de compartir-, gozan de su propia personalidad (si es que los objetos pueden tenerla); y palabras como pellizcos, punzadas, calambres o detalles encajan como un guante en este ambiente. Cuando disponga de un rato libre a ver si voy dejando cada cosa en su sitio, porque hay papeles que deberían estar en otro cajón, o libros en otras estanterías. Puede que haya cosas que volver a guardar o que retocar.
Por supuesto que me gustaría que participaras de vez en cuando. Si sólo lo hago yo a lo mejor puede resultar aburrido. No obstante, nadie está obligado. Sé por experiencia lo que cuesta a veces escribir un par de líneas, aunque sean para un amigo. Así que como lo comprendo perfectamente, me conformaré con que estés ahí, curioseando y revolviendo entre mis apuntes. Me sentiré acompañado y espero que tú también, al fin y al cabo ahí reside la razón de ser de la literatura: hacernos compañía, a nosotros mismos y a los demás.
Y nada de horarios ni corsés de ningún tipo. Puedes venir cuando quieras. Si no estoy, ya apareceré. Como se suele decir, estás en tu casa. Tampoco yo me siento en la obligación de escribir un día concreto ni sobre algo en particular. Por eso, y recordando a Jorge, nuestro entrañable protagonista de EN DOBLE FILA, redactaré un mesario, porque de eso sí estoy seguro: todos los meses publicaré aquí algo. Y si me salto alguno, me lo recuerdas. Deberías hacerlo.
Estoy preparando café y mi intención era bajar a por unas pastas a la confitería, de esas caseras, de las que se elaboran sólo en la pastelería de mi barrio. Como ya están encargadas de hace días, no creo que tarde mucho en subir. Te esperaba más tarde, no importa. Lo único, si viene alguno más le abres la puerta y le vas comentando mientras vuelvo. No hay demasiados sillones, pero están las alfombras por si alguno le apetece sentarse y no queda sitio.
Voy a desenchufar la cafetera, creo que el café estará terminado, y bajo en un momento a por las pastas. Mientras tanto te dejo puesto un video, que me lo encontré justo un par de días antes de comenzar a colocar el andamiaje de este ático. Los que me conocéis, sabéis de mis debilidades, y Knopfler es una de ellas, y gracias a esta canción tocada en directo con su banda de "sultanes", será más fácil comprenderme. Para mí esto es la definición de la música, no existen las palabras. Lo que se intuye entre los músicos, la complicidad, la armonía , la perfección, la apariencia de que resulta fácil...
Además, conservo ciertos rituales, por si no lo sabías, y cada vez que asoma la idea de una nueva obra, automáticamente se le empareja una música concreta. Este blog no es que sea una novela, pero puede que se convierta en un lugar acogedor y apto para las tertulias, los cafés y la literatura. "Gravy train" será el himno inicial de este acontecimiento.
Ahí os quedaís, tú, Knopfler, su banda y los que vayan viniendo. Ahora enseguida estamos.
| COMO SI ESTUVIERAS EN TU CUARTO |
Considérate como en tu casa. Se puede curiosear por todos los rincones, precisamente este lugar es eso, un espacio plagado de recovecos donde se puede uno encontrar con cosas inesperadas, y que nada tiene que ver con un museo aristocrático e impoluto. Pretendo que lo encuentres siempre limpio y que vayas descubriendo que la disposición de las cosas, de los textos, de los muebles, de los cuadros y las fotografías, de las páginas y las entradas, aunque respondan a un objetivo común -crear un lugar de compartir-, gozan de su propia personalidad (si es que los objetos pueden tenerla); y palabras como pellizcos, punzadas, calambres o detalles encajan como un guante en este ambiente. Cuando disponga de un rato libre a ver si voy dejando cada cosa en su sitio, porque hay papeles que deberían estar en otro cajón, o libros en otras estanterías. Puede que haya cosas que volver a guardar o que retocar.
Por supuesto que me gustaría que participaras de vez en cuando. Si sólo lo hago yo a lo mejor puede resultar aburrido. No obstante, nadie está obligado. Sé por experiencia lo que cuesta a veces escribir un par de líneas, aunque sean para un amigo. Así que como lo comprendo perfectamente, me conformaré con que estés ahí, curioseando y revolviendo entre mis apuntes. Me sentiré acompañado y espero que tú también, al fin y al cabo ahí reside la razón de ser de la literatura: hacernos compañía, a nosotros mismos y a los demás.
Y nada de horarios ni corsés de ningún tipo. Puedes venir cuando quieras. Si no estoy, ya apareceré. Como se suele decir, estás en tu casa. Tampoco yo me siento en la obligación de escribir un día concreto ni sobre algo en particular. Por eso, y recordando a Jorge, nuestro entrañable protagonista de EN DOBLE FILA, redactaré un mesario, porque de eso sí estoy seguro: todos los meses publicaré aquí algo. Y si me salto alguno, me lo recuerdas. Deberías hacerlo.
Estoy preparando café y mi intención era bajar a por unas pastas a la confitería, de esas caseras, de las que se elaboran sólo en la pastelería de mi barrio. Como ya están encargadas de hace días, no creo que tarde mucho en subir. Te esperaba más tarde, no importa. Lo único, si viene alguno más le abres la puerta y le vas comentando mientras vuelvo. No hay demasiados sillones, pero están las alfombras por si alguno le apetece sentarse y no queda sitio.
Voy a desenchufar la cafetera, creo que el café estará terminado, y bajo en un momento a por las pastas. Mientras tanto te dejo puesto un video, que me lo encontré justo un par de días antes de comenzar a colocar el andamiaje de este ático. Los que me conocéis, sabéis de mis debilidades, y Knopfler es una de ellas, y gracias a esta canción tocada en directo con su banda de "sultanes", será más fácil comprenderme. Para mí esto es la definición de la música, no existen las palabras. Lo que se intuye entre los músicos, la complicidad, la armonía , la perfección, la apariencia de que resulta fácil...
Además, conservo ciertos rituales, por si no lo sabías, y cada vez que asoma la idea de una nueva obra, automáticamente se le empareja una música concreta. Este blog no es que sea una novela, pero puede que se convierta en un lugar acogedor y apto para las tertulias, los cafés y la literatura. "Gravy train" será el himno inicial de este acontecimiento.
Ahí os quedaís, tú, Knopfler, su banda y los que vayan viniendo. Ahora enseguida estamos.
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